MÉTODO NATURAL PARA EVITAR Y CONTROLAR LA DISMINUCIÓN ÓSEA.

Todos sabemos desde hace muchos años lo importante que es el calcio para la salud de los huesos y articulaciones, pero él, por sí solo no consigue el objetivo de regenerar tejido óseo, porque para su absorción intestinal y su fijación se necesitan otros muchos nutrientes vitales en equilibrio, todos ellos imprescindibles para conseguir la regeneración de tejido óseo.
La mayoría de los regímenes se quedan cortos, unos se basan sólo en alimentos lácteos que contienen una buena cantidad de calcio como la leche de vaca pero ésta contiene abundante grasa necesaria para el desarrollo del ternero, pero no para los seres humanos si son adultos y especialmente si son ancianos, el calcio forma jabones no absorbibles en el intestino, al unirse a los ácidos grasos procedentes de la digestión de las grasas, de manera que una dieta rica en grasas dificulta la absorción del calcio, también el exceso de proteínas en la dieta hace perder calcio (las proteínas son necesarias para que el calcio quede fijado en los huesos, pero su exceso tiene un efecto perjudicial, creando acidez en los tejidos), otros utilizan pocos alimentos frescos y crudos, sobre todo vegetales de hojas verdes y frutas, otros regímenes como el vegetariano aportan sobradamente el calcio que necesita el organismo, con notables ventajas sobre la alimentación cárnica, pero hay que tener en cuenta que el ácido oxálico presente en algunos alimentos de origen vegetal como el cacao, las espinacas, acederas o almorrazas yacelgas, que contienen abundante calcio, pero que también tienen un alto contenido en ácido oxálico, por lo que estos alimentos vegetales puede dificultar la absorción del calcio al formar con él sales insolubles de calcio (oxalato cálcico), que pueden llegar a crear sedimentaciones en vejiga y riñones, estos alimentos convienen tomarlos con precaución y en pequeñas cantidades sobre todo cuando se requiere una dieta alta en calcio. También debemos tener presente cual es la forma más adecuada de preparar los alimentos ricos en calcio ya que este elemento mineral es destruido o dañado por temperaturas altas cuando cocemos en exceso (ollas a presión), es soluble en agua (cuidado con dejar los alimentos sobre todo las verduras en maceración), y también para más inri este súper nutriente (el Calcio) necesario elemento mineral es también dañado y destruido por la rápida oxidación de los alimentos.
El calcio es el mineral más abundante del cuerpo, un 99% del mismo lo tenemos en los huesos y dientes; el 1% restante es imprescindible para equilibrar las funciones de los nervios, músculos y corazón, siendo necesario para la coagulación de la sangre y de las reacciones enzimáticas. El calcio se encuentra en nuestros huesos y dientes en una sal llamada hidroxiapatita, una forma estructural entrelazada donde se encuentra el calcio junto con proteínas colágenas y no colágenas (glucosaminoglicanos), así como de todos los minerales que hacen posible la estructura de nuestros huesos (fósforo, magnesio, sílice, flúor, zinc, cobre, manganeso, boro, molibdeno y estroncio).

Características específicas de los elementos que conforman nuestros huesos:

  • Calcio: imprescindible y máximo componente del material óseo.
  • Fósforo: importante para la reconstrucción del hueso, con equilibrio del calcio.
  • Silicio: necesario e imprescindible para la formación de tejido óseo y conjuntivo.
  • Manganeso: fomenta las reacciones enzimáticas y la formación de los cartílagos.
  • Flúor: incrementa la densidad ósea, fortalece los tendones y suelda los huesos.
  • Boro: esencial para la activación de estrógenos y vitamina D.
  • Cobre: elemento necesario para mantener las uniones colágenas.
  • Magnesio: interviene en la síntesis de ácidos nucleicos y de las proteínas.
  • Zinc: importante en la formación y regeneración de tejidos conjuntivos y actúa en la efectividad bioquímica de la vitamina D.
  • Molibdeno: interviene en la protección del tejido conjuntivo y conectivo.
  • Estroncio: reemplaza las partículas de calcio con cristales de hidroxiapatita.
  • Proteínas Colágenas: proteínas que forman las fibras inelásticas blancas de tendones, ligamentos y fascias (tejido conectivo).
  • Proteínas No Colágenas: Glucosaminoglicanos; necesarios para la nutrición y funcionamiento de los cartílagos.

Es importante saber que nuestros huesos y dientes necesitan una gran variedad de sustancias vitales que hacen posible que los elementos que los componen funcionen y hagan realidad su misión. Para ello necesitamos de los reguladores funcionales del organismo, las imprescindibles vitaminas (Vitamina C, D, K, B6 y Ácido Fólico), todas ellas necesarias para formar el conglomerado de sustancias vitales que hacen posible la absorción, fijación, resorción y mantenimiento de las estructuras óseas y conectivas.

Características específicas de las sustancias vitales necesarias para un buen funcionamiento óseo:

  • Ácido Ascórbico (Vitamina C): Interviene en la síntesis del colágeno, estimulando su formación.
  • Vitamina D: favorece la absorción del calcio a nivel intestinal y su fijación
  • Vitamina K: importante factor para la síntesis de osteocalcina.
  • Vitamina B6: cofactor en la unión enzimática de las fibras colágenas.
  • Ácido Fólico: esencial para una óptima consolidación del metabolismo óseo.

La falta de calcio puede dar como resultado osteoporosis, osteomalacia, raquitismo, retardo del crecimiento así como, contribuir al desarrollo de enfermedades artríticas. También un desequilibro hormonal o la falta de vitamina D pueden desequilibrar el aprovechamiento óptimo de este mineral por el organismo. Los calambres y la irritabilidad pueden ser debidos a la falta de calcio (posiblemente también de magnesio); probablemente sea ésta la razón por la cual se ha hecho tan popular la toma de leche caliente por la mañana, ya que el calcio que contiene esa leche calma los nervios (posiblemente también por el triptófano). La mayoría de los alimentos contienen sólo pequeñas cantidades de calcio; la leche y las semillas de sésamo son los únicos que contienen suficiente cantidad como para cubrir las necesidades diarias de este mineral, que en niños de 11 a 18 años oscila entre 800 mg. y 1.000 mg., o los 1.200 mg. de las mujeres embarazadas o lactantes; medio litro de leche fresca contiene unos 600 mg. de calcio (aunque en opinión de algunos expertos incluyendo la mía, la pasteurización de la leche hace que el calcio sea menos digerible), también como vimos al principio de estas líneas le leche no es un alimento óptimo para el ser humano. Sin embargo las semillas de sésamo bien masticadas y ensalivadas son una excelente fuente de calcio para el organismo, 125 gramos de semilla de sésamo contienen más de 1.000 mg de calcio, la diferencia es ostensible. El nivel óptimo de calcio en el organismo es de 700 – 1.500 mg. diarios.

La disminución ósea paulatina provoca:

  • Osteoporosis.
  • Deformaciones.
  • Disminución de la movilidad.
  • Depósito de calcio en tejidos blandos (cápsulas, ligamentos, músculos, articulaciones, riñones, y vasos sanguíneos).
  • Otras complicaciones orgánicas.

La solución para evitar la disminución ósea:

  • Una sana y orto-equilibrada alimentación en proteínas, grasas y carbohidratos, con alimentos integrales, ecológicos y frescos.
  • Un ejercicio corporal regular que estimule la circulación de la sangre y la linfa.
  • La toma de un complemento alimenticio rico en sustancias vitales y nutritivas como TrofoBone, complemento que conlleva calcio asimilable precursor de hidroxiapatita, minerales y oligoelementos, vitaminas, aminoácidos y ácidos grasos que consiguen con su equilibrio una buena regeneración ósea y la salud general de los huesos.

Complementos Mencionados:

TrofoBone: Complemento alimenticio especial y específico para regenerar tejido óseo (www.trofodietetica.com)

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